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viernes, 11 de octubre de 2013

Pequeña carta para una niña llamada Malala.

                                                          CASOS




Querida Malala: Nunca podrás leer esto porque entre otras cosas, tienes asuntos más importantes en los que ocuparte, como por ejemplo; abrir ojos, despertar conciencias y sobre todo, sortear el constante peligro de muerte al que está y estará sometida tu vida.

Te han dado un premio europeo que no recuerdo como se llama. Estás dando una y mil conferencias reivindicando el derecho de las niñas del Pakistán, su derecho a la educación, su derecho a ir libremente a la escuela. Antes de eso, empezaste a escribir un blog,  donde hablabas de tus temores y de tu lucha a pesar de que los salvajes talibanes os amenazaran con el ácido o con la muerte, por estudiar. Posteriormente, expresabas ahí mismo, tus alegrías y esperanzas, por poder volver al colegio, después de ser expulsados los talibanes....Pero ya no fué lo mismo, te señalaron y a sangre fría te dispararon en la cabeza. Sabes qué se siente al estar al borde de la muerte. Pero plantaste cara. Les plantaste cara.

  Este año, un premio politizado y adulterado hasta el delirio, como lo es el Nobel de la Paz, va a parar a una organización que prohíbe no se qué de armas químicas...la verdad, es que ese premio, desde que se lo dieron a Obama, perdió para mí todo valor alguno, no por Obama, no, sino por ese tufillo populista y "grammytero" que ha ido desprendiendo desde hace años, con esa intención interesada sólo por acercarse a los personajes que "venden", que son lo "más de lo más" del momento.

 Pero todo eso a ti, te es ajeno. Tú solo quieres una cosa. Ser oída. Tu voz y la de todas las niñas que viven en mundos salvajes y deshumanizados.

Malala, solo quiero una cosa. Que te protejan. Que no tengas que verte envuelta en más atentados contra tu persona y tu valiosa vida Malala.

 Para mi, tú eres el Nobel de la Paz, y el de la Valentía también. Valiente.