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sábado, 3 de noviembre de 2012

SORAYA




                                                       CASOS


                                                     SORAYA




Cuando Soraya los vio llegar, un temblor se apoderó de su cuerpo. "Dios mío, que se vayan pronto", pensó…Echó una mirada rápida al interior de la vivienda y de nuevo, observó, al grupo de gente reducido que llegaban a su casa a verla.

Esa gente era conocida para ella, tenía muchos buenos recuerdos de cuando convivió fugazmente con ellos. Ahora casi los tenía en frente y no sabía qué hacer.
-Hola Soraya, ¿cómo estás?
Soraya les hizo señas con la mano. “Bien”. Intentó decirles .
-Hemos venido a verte, ¿no te importa , no?
Soraya, los miró con lo que parecía ser una sonrisa, y se encogió de hombros tímidamente.
-Te echamos de menos en la asociación.
Soraya miró de hito en hito al chico que acompañaba a la presidenta de la asociación de sordomudos.
-Soraya, este muchacho es un cámara y nos está acompañando porque está haciendo un reportaje sobre la asociación de sordomudos de Ponferrada, le hemos hablado de ti.

Soraya, era gitana, vivía con su padre, tenía treinta y seis  años y tenía un hermano policía que vivía en la capital.
Su padre la sacó de la asociación sólo cuando tenía dieciocho años porque no quería que tuviese amigos masculinos .Desde entonces, vivía recluida. Se le había olvidado la lengua de signos, aunque la presidenta le estaba haciendo recordar algunos, durante lo que duró la visita. Que duró poco.
Su padre, su tirano, apareció, pero suavizó sus modos al ver a la televisión allí. La presidenta intentó convencerlo para que la dejara acudir de nuevo a la asociación, pero todo fue en vano.
Con prudencia, Soraya contó su vida, la cual no voy a describir aquí, porque no hace falta ser demasiado listo para intuirla.

Después de un rato, la presidenta, a espaldas del padre, instó a Soraya para que le diera el número de teléfono de su hermano, para convencerlo a él de que se encargara de acompañarla a la asociación de sordomudos. “Tal vez, con él si pueda ir”, le dijo entre señas la muchacha a la presidenta.

Todo quedó ahí, tuvieron que recoger el equipo y despedirse de Soraya antes de que el padre acudiese de nuevo a ellos para hacer que se fuesen.

Intenté buscar éste documental emitido por la 2 en internet, pero no he logrado dar con él. Un documental impactante, que muestra una realidad increíble, que se nos antoja lejana, como de otro tiempo...
Sólo espero que la vida sonría a esta muchacha gitana , reprimida por su padre, y que pueda salir del atolladero en el que se encuentra.

Es verdad que nos vemos muchas veces atrapados en encrucijadas que nosotros mismos nos buscamos…pero también es verdad, que al menos nosotros, hemos tenido esa OPCIÓN. Nos olvidamos, que otras personas, como esta chica sordomuda, viven una vida impuesta y reprimida, y que personas como ella, sí que son las que de verdad necesitan ayuda para salir de ese atolladero.

Va por ella.