Seguidores

lunes, 12 de diciembre de 2016

El día de la Marmota, en Juegos Reunidos Geyper...(del oeste). O sea, Westworld..

                                              

                                                          COSAS.




Mi marido me ha dicho..."Mari, no veo un puñetero capítulo más, menudo quebradero de cabeza". Yo ya lo he terminado. Ya lo he terminado porque ya que me había metido hasta las trancas con la historia, aunque no me enteraba de nada, no soy de dejar las cosas a medias.

Vamos al meollo. ¿Esto de qué va? Pues va, de un parque del oeste, donde la gente va a pasárselo bien. Lo que ocurre, es que los clientes-huéspedes, allí se vuelven todos locos sin ton ni son,  y a lo que van al final realmente, es a matar y a fo..., eso. Ya está. Los muy viles y desalmados...

Hay tramas, que se inician todos los días, como la rutina del Día de la Marmota en un pueblito cualquiera,...bueno, según lo torpes o listos que sean los clientes-huéspedes, que tienen el poder de cambiar el ritmillo de las historietas. Esas tramas, son llevadas o conducidas  por robots-anfitriones, con apariencia de humanos, a los que tú puedes matar, o hacerles lo que quieras, aunque , claro está, ellos no te pueden matar a tí. Porque si no, el parque ya no sería gracioso ni molaría tanto. Ellos te disparan, los pobres, angelicos, creyendo que están ajustando cuentas contigo, pero la cara de pasmo que se les queda cuando te pegan un tiro y  ven que sigues fresco como una lechuga....uffffffff, p'a ellos se queda ¿eh?, p'a ellos se queda.

Bueno, ¿qué pasa con los "robores"? Pues que como a veces ,(bueno, siempre) duran menos que Sánchez Dragó casado, tienen que resetearlos, como si fueran un móvil, o un pendrive que se te ha quedado sin espacio,( y eso que tú, sólo querías meterle un par de  tristes y tercias fotos ..). Lo malo, es que de tanto reseteo, poco a poco, se les van quedando como recuerdillos a los robores, que los vuelven locos de la cabeza,  con unos quebraderos en lo alto de la chota más o menos del ejemplo de..."¿Y yo quién coño soy?" o..."¿Qué carajo hago aquí?" o...."Me cago en tós tus muertos , humano, que me has vuelto a matar otra vez"...

El hecho, es que la trama se vuelve cada vez más complicada, tanto que ya no sabes, en un momento dado, si el robot eres tú, y te miras los brazos y te pones frente al espejo intentando recordar qué has hecho hace cinco minutos atrás, cosa que en mi caso , ocurre muy a menudo. Menuda memoria pocha tengo...

Vamos a hablar un poquito de los personajes. Omito el nombre de casi todos los actores y sus personajes, porque esto no es una labor de investigación, leche, esto es una opinión coñona. Quién quiera saber más, al google de cabeza.

Está el abuelo del parque. Es el abuelito de Heidi pero en formato 2.0. Éste es humano, hombre es uno de los dos creadores, así que tiene que ser humano por fuerza.....creo yo, vamos....mmmmm. Sí. Es humano. Pensador, muy culto, y con la cara de Anthony Hopkins.

El abuelito del parque versión 2.0

Está, luego Bernard. De éste me acordaba de su nombre, porque es el segundo de a bordo del abuelito. Éste resetea, resetea y resetea....con una tableta de conducta, que es una tablet pero chiquitiiiiisima y muy finita. Yo quiero una para Reyeeeeees. Bernard tiene mucha miga ahí donde parece que es un tó de dios menos los zapatos.


Bernard, el reseteador.

Luego va el actor Ed Harris, que prefiero no chivar su nombre en la serie. Su personaje, es un puñetero enigma pero sí puedo decir que es un hijo de la gran puta. No digo más. Empezó cayéndome fatal y acabó cayéndome peor todavía. Cabronazo...

El hijo de la gran puta.

Luego está la madame del Saloon de uno de los pueblos del parque, interpretada por la inglesa Thandie Newton. Me encanta esta actriz, y su papel en la serie también. La pobre, que es robot,  tiene unos cacaos mentales de alucine, con tanto reinicio de Windows en su cabeza...(o el programa que utilicen ) y es la reina de la tarima que con la rima llegó. La puta ama. Ea ya lo he dicho. Papelón en la serie el de esta mujer.

La reina de la tarima.

Luego viene un Ken de la Barbie, que es un robot al que siempre están matando, pobrecito.

El Ken de la Barbie.

Y luego viene....Dolores Abernathy. Qué apellido más raro.  AY DOLORES....Recuerdo que tenía una vecina en la calle en la que me crié, a la que los niños del barrio le cantábamos..."DOLO-DOLO-DOLORES...DOLORES...no me riña usted a miiiiiiií...", en fin, la DOLORES de la serie, es un robot que es el alter-ego de La Virgen de la Macarena. Sí señor. Pero en formato vaquero y rubio. Tiene una carita aterciopelada y el rictus compungido SIEMPRE. No hace más que de sufrír la pobre...No sé cómo se las apaña, pero tiene una lágrima asomando en el lacrimal constantemente y es que tó le pasa a ella, leche, tó , pero tó.Y eso no puede ser. Total, que no le adjudicaron ese nombre porque pusieran un dedo en el almanaque y dijeran..."¡ése!"...qué va. Le pusieron Dolores, porque es que le hace gala a la odisea que la criatura tiene que vivir, en ese extraño y tortuoso viaje de autoconocimiento.

La Virgen de la Macarena. (Rubia y Vaquera).


Por cierto, quiero hacer un inciso, antes de acabar con los personajes. El apellido Abernathy. Ese apellido me persigue. No sé por qué. Lo he visto ya en otra serie y en una peli, seguidas, ¿Tendrá que ver algo con mis pérdidas de memoria? ¿Fui robot en otra vida, en otro tiempo?

En fin, la serie, engancha por el magnetismo de los personajes, por lo intrincado del argumento, por la ḿusica de ese autor impronunciable que hizo la banda sonora de Juego de Tronos, y sobre todo por los actores. Los personajes, están que se salen todos, para mí, sobre todo, Ed Harris , bueno, su personaje, la madame y la Virgen de la Macarena, en especial.

Michael Crichton, el escritor de Jurassic Park, y del libro donde se inspiró esta serie de la que hablo y de la que se hizo ya una peli con Yul Brynner de protagonista, no sé qué tiene con los parques, quizá esa fijación viene de que de pequeño no le llevaron a ninguno, vete tú a saber...Dos parques temáticos, dos abuelitos que son los dueños, y los típicos manazas que hacen que los parques se vayan a la puta y todo empiece a ser un puñetero caos. Ahora, que el gachón se ha forrado. Eso no se lo puede reprochar nadie.

Para terminar, voy a hacer un Antonio Gasset-Dubois, y sin venir a cuento, voy a recordar algo que dijo Adelina Chanfarri , una genial lectora que colaboraba en Fotogramas, cuando vio Parque Jurásico y escribió una carta a la revista exponiendo su crítica....

"¿Pero qué carajo hacen esos perros tan gordos comiéndose a las gentes por las praderas?? Si eso no existe!! Además es de mentira!!

Ay Adelina... qué dirías si vieras Westworld...




Créditos fotos: Filmaffinity, Insider, Bussines Insider, The National, Moviepilot,Hellowgiggles, Slashfilm.

Texto registrado en Safe Creative. Código de registro: 1612130105365

domingo, 27 de noviembre de 2016

En el Edén de Steinbeck.


                                                        CASOS


Una imagen, me viene a la cabeza en este mismo momento... Un avión, una señora a la que van a homenajear, y un piloto. Casi parece el comienzo de un chiste. Una vez sentada en su asiento, la señora, se encomienda al Todopoderoso, porque piensa que va a morir. Lo ha preparado todo; comida en el frigorífico, la casa recogida, su trabajo al día, su testamento, y por supuesto, una muda de ropa interior limpia que lleva puesta, por si se estrellan, estar presentable en el trágico momento de su auxilio. La avioneta se pone en marcha, y los espectadores, ven con asombro, como ésta, empieza a hacer maniobras en el aire, círculos, bucles, acrobacias, una detrás de otra, sin cesar...dale que te pego, dale que te pego...

Este fragmento que prefiero dejar ahí a medias, os puedo decir que es una de las situaciones más hilarantes y divertidas que he leído nunca, y que está contado al detalle con la veracidad de alguien que lo presenció en su momento y que quiso plasmarlo en un libro semi-autobiográfico,  junto con otras anéctodas de su infancia. Esa persona, no era otra de John Steinbeck, uno de los más grandes escritores norteamericanos del siglo XX.

En él, no sólo habla de su madre, Olivia Hamilton, la sufrida señora a la que presento en el primer párrafo. Profesora, casada con un tesorero, madre de tres hijas aparte del escritor, mujer de carácter resuelto, que se entregaba totalmente a cualquier causa en la que se implicaba, y forjadora del singular carácter proletario y de la gran conciencia social de la que después haría gala el escritor...

"Nos enseñó a todos sus hijos por igual a colaborar en las tareas y responsabilidades domésticas, a mis hermanas y a mí..."

Además, hace un minucioso retrato de otros miembros de su familia, el clan Hamilton. Nos muestra a sus tíos y tías, y sobre todo su abuelo, el patriarca de la familia, Samuel Hamilton, un granjero dueño de una tierra baldía y estéril, nada práctico para los negocios, pero lleno de una arrodadora y filosófica humanidad. Un auténtico hombre sabio.

Imagen de Entremontonesdelibros blogspot.com

El comienzo del libro, no puede ser más esclarecedor. En ese comienzo, Steinbeck ya nos habla pormenorizadamente del valle californiano que rodea a Salinas, su ciudad natal.  Nos describe su historia, su geografía, su clima, y sus gentes,
aunque ese comienzo, tiene una doble intención. No sólo nos describe la tierra donde se crió, para que nos hagamos la simple idea de cuáles fueron sus orígenes; lo hace principalmente para algo más. Para lo más fundamental.

Nos ofrece el EDÉN.

Pero el Edén en el más estricto sentido de su significado. El lugar con forma de bello y verde valle, con un par de ciudades prósperas incluidas, donde todos los sueños y todas las pesadillas se pueden materializar, porque la novela, es a grandes rasgos, una epopeya alegórica repleta de referencias bíblicas. O sea,  el Génesis del Antiguo Testamento en versión principios del siglo XX, mezclando la historia de dos familias, una real, los Hamilton, (como ya he dicho, la suya) y la otra, ficticia, los Trask. Éstos últimos, protagonizan prácticamente toda la novela.

Los Trask, son la reencarnación pura de todo lo bueno y lo malo. Hay un Abel, y un Caín. Encarnados en Adam Trask, viajado, vivído, lleno de esperanza, paz y pocas ambiciones, y su hermano Charles Trask, estático, lleno de resentimientos, odios, y rencores hacia un padre que siempre prefirió a Adam por encima de él. Vendrán con el tiempo, los dos hijos de Adam, la segunda generación, que repiten aparentemente los patrones de comportamiento de los primeros y también viene, Lee, el criado de la familia Trask.

Un chino lleno de inquietudes intelectuales, nacido americano pero con una apariencia por fuera muy oriental, (un mecanismo de defensa),  que hará gran amistad con Samuel Hamilton, el otro gran filósofo de la historia. Los pensamientos de Steinbeck, sobre el poder de elegir hacer el mal, o hacer el bien, el libre albedrío, en definitiva, el poder manejar la conciencia en beneficio o perjuicio de uno,se plasmarán en las intensas conversaciones que ambos mantendrán a lo largo de la novela.

Para terminar con ésta especie de sipnosis, dejo para el final a Eva.

Porque Eva es el todo. EL PERSONAJE. El principio y el fin. Eva determinará la novela. Pero no será la madre universal del Génesis que todos conocemos...qué vaaa...Steinbeck, le da un tratamiento muy muy cabrón, muy grotesto y misógino. Prefiero que la descubráis por vosotros mismos en toda su esencia, y para esto, omito su alias en el libro.

John E. Steinbeck (1902-1968) Imagen, Wikipedia




 Al Este del Edén, es en cierta forma, una radiografía realista y seca del comportamiento humano, sobre gente que en principio, no hace nada anormal o fuera de lo común, de gente de la calle, con sus cuitas reales, sus miedos, sus fobias y sus sueños, narrados con un realismo y una desinhibición que asustan. Porque John Steinbeck, llama al pan, pan, al vino, vino, puta a la que es puta, y cabrón al que es cabrón, usando un lenguaje directo, ágil, parco, sin el menor recurso retórico o preciosista. Si engancha el libro,es precisamente por cómo la historia está escrita, de una manera acelerada y vertiginosa. Como si hubiese tenido prisa escribiéndola, sin poner el menos interés en el cómo , sino en el qué. Motivo el cuál, originó que al salir publicada tuviera una acogida de forma dispar, entre crítica y público. Los críticos literarios, obviaron el mensaje del libro, centrándose,  en sus  posibles "defectos de construcción".  En cambio, el público, la acogió con entusiasmo de forma instantánea, convirtiéndose en un éxito de ventas, para acabar dos años después de su publicación, teniendo su versión cinematográfica. Muy muy muy libre, eso sí.


filmafinitty.com

Sobre la película quiero decir algo. Me quedé bastante picueta. Siempre he considerado a Elia Kazan un transgresor con ganas de calentar el cotarro en una época donde la represión sexual presionaba debajo de una superficie hermética y casquivana. Hollywood,  andaba dando coletazos aquí y allá con sus películas de mensaje puritano para la América de los 50 aunque, de vez en cuando, gente como Kazan, se saltaba las normas, para acabar escapando por un orifico de esa superficie como un geyser salvaje. "Un tranvía llamado deseo.." me parece un perfecto ejemplo...

Pero lo que hizo con la versión cinematográfica de la novela de Steinbeck...no se lo perdono.

Porque, a ver, James Dean, es James Dean, pero, cercenar de forma tan infame la novela...NO. Se trataba, claro está, de utilizar al chico del momento, a la estrella en ciernes,darle toda la cancha posible, haciendo hincapié en la histriónica forma de interpretar del actor, quién creo que exagera demasiado, bueno, me quedo corta, exagera DESESPERADAMENTE su papel, y tanto Kazan como Dean se olvidan, de que el personaje siendo un personaje importante, NO es la pieza esencial, porque es un libro coral, de personalidades, todas ellas muy ricas.

Claro, un purista, ahora si me lee, pensará, que es la versión del director, una versión personal y libre, y que claro está, es un clásico del cine con Oscars y todo eso, pero no, mire usted señor, no. Hay que ver la época. Hay que ver el momento. Hay que ver lo que es un vehículo de lucimiento. Y si uno se pone a comprender la película, después de haber leído el libro, sólo ve eso, un reclamo para llevar a las hordas de fans del actor en masa a ver la película, la cual, es una concentración de gestos repetitivos y andares arrastrados de Dean. Con una ambientación muy cincuentera, con esos tupés que dudo que se llevasen en la primera guerra mundial y con esas camisas abiertas para enseñar pechera chulesca.

La otra versión que se hizo de la película, fue una serie para televisión, que me gustó más, pero más que nada porque se dieron el trabajo de ser más fieles.
filmafinitty.com

La serie para televisión, de 1981, creo que se hizo porque estaban en la obligación moral de hacer una versión fidedigna de la obra. Gracias a esta serie, leí el libro. Aunque la serie es toda Jane Seymour, en su papel principal, pero dista un universo del acaparamiento de Dean, porque la historia es ya más extensa , respeta cronológicamente el argumento original, y ofrece a todos los personajes del libro su oportunidad de estar. Lo malo que le vi, es que la puesta en escena es más bien pobre y algunas interpretaciones no están a la altura de la Seymour, que madre mía, cómo se hace con su papel, jojojo...pero por lo demás, destaco la buena intención, a la hora de hacer la serie, a pesar de que la falta de un buen presupuesto, acaba haciendo que se resienta un poco la factura final.

En fin, para terminar ya, la razón de ser de este post, era poner de manifiesto esa forma de escribir de Steinbeck, sencilla y directa.  Porque lo difícil, siempre, es decir simplemente lo que se quiere que decir, sin más. Y eso, Steinbeck, lo bordó a la perfección a la hora de hablarnos de los tiempos que le tocaron vivir, convirtiéndose en uno de los mejores cronistas de su época.


Texto registrado en Safe Creative.
Código de registro: 1611279927807